Tarde de Enero de 1999... Mara: una simple ñoña de 8 años con cero experiencia en libros y mucho menos en novelas. Casa de la tía Lily. En sus manos... Harry Potter y la piedra filosofal... Mara lo mira, como pretendiendo entender algo en la confusa cubierta, Un pibito en una escoba, un castillo, un unicornio, un perro de tres cabezas asomándose desde adentro del castillo... Un toque confuso...
-Tía...
-Si..
-¿Qué leés?- pregunta recurrente en esa casa
-Harry Potter
-Si, lo leí... Harry Potter y la... ¿piedra filosofal? ¿Qué es una piedra filosofal?
-Si querés saber... tenés que leer...
-Ok... ¿es largo?
-Noooo... se lee solo... Cuando lo termino te lo doy... Nico ya lo leyó...
Días después lo recibe... Con olor a pucho... Le tira perfume, como acostumbró desde ese momento cada vez que un libro llega de esa casa :)
Empieza a leer y... el resto es historia...
Va creciendo y día rtas día se va enamorando aún más del boludito con poderes que un día le voló la cabeza...
Lágrimas, risas, pensamientos profundos, otros no tanto, un par de puteadas, unos cuantos pañuelos/servilletas de papel/papel higiénico...
En ese momento Harry había llegado para quedarse, para hacer que Chango (libraría para el que no sabe) abra una lista de espera para el próximo libro solo para que Mara deje de ir a preguntar, para hacer que JK se llenara de guita, para hacer que miles de personas (pero especialemente una) viajen a donde sea que las lleven un par de páginas escritas por una mina común y corriente, como todas...
JK: GRACIAS, solo eso. Sabés lo grossa que sos. Y no necesitás que una boluda lo diga en su blog..
Harry: gracias... por hablar por JK...
Reportándose desde... Harrylandia
Mara
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